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miércoles, 29 de febrero de 2012

Síndrome de "Cabeza hinchada". Parte II: infección con metapneumovirus.



Por: Bernardo Mejía Arango.  M.V.Z.  M.Sc.
Fotografías e imágenes: Bernardo Mejía Arango; protegidas por derechos de autor. Cualquier uso o reproducción debe contar con autorización previa.

Síndrome de cabeza hinchada, pollo de engorde de 28 días. Izquierda: inflamación  en general de los tejidos externos de la cabeza,  mayormente visible en los tejidos periorbitarios.  Derecha: inflamación periocular con enrojecimiento de tejidos palpebrales.
La infección con metapneumovirus es causa de  una enfermedad que se puede considerar como relativamente nueva en el ámbito de la patología aviar, como relativamente nuevas son las infecciones con metapneumovirus  y otros virus de “reciente” descubrimiento.
La infección con metapneumovirus aviares dió origen a la tinotraqueitis del pavo (TRT) e igualmente generó el término rinotraqueitis aviar (RTA). Los matapneumovirus aviares están implicados como  uno de los agentes etiológicos causantes del síndrome de  cabeza hinchada, el cual se carateriza por  enrojecimiento y tumefacciòn de los tejidos periorbitarios, el tejido intermandibular (Pico inferior) y en un gran número de ocasiones, con compromiso de toda la cabeza del ave.
La rinotraqueitis aviar es una infección (con metapneumovius) aguda desde el punto de vista de aparición y desarrollo rápidos, altamente contagiosa, que afecta al tracto respiratorio de pollos y de pavos. Las lesiones se limitan la mayoría de veces al tracto respiratorio superior.
El metapneumovirus  (Virus RNA) implicado en el síndrome de cabeza hinchada, es un virus de la familia Paramixoviridae, subfamilia  Pneumovirinae, género metapneumovirus. El metapneumovirus tiene dós géneros A y B, identificados mediante secuenciación y anticuerpos monoclonales. En estados Unidos, se  identificó un virus diferente denominado subtipo C, considerado como un nuevo subtipo. El Metapneumovirus tiene  11 serotipos. En el año 2.000, se describió la  existencia de  una cepa de Pneumovirus geneticamente diferentes de los subtipos ya conocidos, se le identificó como  subtipo D
La infección con neumovirus se describió por primera vez en Suráfrica en 1978; se le dio el nombre de rinotraqueitis del pavo (TRT). Se diagnosticó en Gran Bretaña en 1985
La mayoría de los neumovirus (metapneumovirus) son de aparición o al menos investigación relativamente recientes en relación con otros agentes patógenos aviares. En el 2001 se determinaron anticuerpos  contra el pneumovirus aviar y se implicó a los metapneumovirus como agentes  causantes de la rinotraqueitis aviar.
En un lapso de aproximadamente 10 años, la infección se extendió por Europa y América : Francia 1986; república Dominicana 1990; Brasil 1992;  Taiwan 1994;  Japón 1995; México 1996; españa, Alemania; Hungría, Italia y países bajos 1997.
El metapneumovirus  aviar fue descubierto primero que el metapneumovirus  humano. Solo en el 2001, investigadores holandeses, utilizando técnicas de biología molecular, lograron demostrar la presencia de metapneumovirus humano  en muestras respiratorias. No quiere decir que el virus humano fuera más nuevo que el aviar, porque las muestras de humanos que fueron trabajadas, estaban congeladas desde  1958.
Las enfermedades causadas por metaneumovirus son relativamente recientes, conocidas como  enferemedades virales emergentes de las que  hacen parte los siguientes virus:
-          Torquetenovirus: se asiló en 1997; es un virus DNA que presenta una gran diversidad genética con 40 genotipos en cinco serogrupos; el sitio de replicación primaria es el tracto respiratorio.
-          SARS-CoV: en 2002 en la provincia de Guangdong en China se detectó un brote de neumonía por un nuevo agente que se determinó rápidamente gracias a la cooperación internacional. Se le denominó SARS coronavirus. Afectó 8.422 personas y produjo 919 muertes.
-          Mimivirus:  es un virus DNA descrito en 2003, pertenece a la familia mimiviridae. Se logró secuenciar en 2004. Su patogenicidad no está bien establecida pero puede causar neumonía.
-          CoVNL63: es un coronavirus aislado de un paciente con bronquiolitis y de muestras respiratorias  que estaban guardadas encongelación desde 1988. Pertnecece al grupo 1 de los coronavirus
-          CoVHKU1:  se describión en 2005, es  un tercer coronavirus aislado de pacientes con neumonía en Hong Kong. Se denominó coronavirus NKU1 (CoVNKU1)
-          Bocavirus humano BoVh: fue descubierto en 2005 por investigadores de la Universidad de Karolinska en Sucia
En Colombia, los primeros estudios sobre metapneumovirus se hicieron  a comienzos de la década de 1990. En 1992 se encontró seropositividad serológica mediante le técnica  de ELISA. En 1994 se hizo un diagnóstico de lesiones compatibles con el síndrome de cabeza  hinchada SCH. En 1996 se realizó nuevamente un estudio serológico donde se encontró una prevalencia serológica del 68%
El metapneumovirus  (Virus RNA) implicado en el síndrome de cabeza hinchada, es un virus de la familia Paramixoviridae, subfamilia  Pneumovirinae, género metapneumovirus. El metapneumovirus tiene dós géneros A y B, identificados mediante secuenciación y anticuerpos monoclonales. En estados Unidos, se  identificó un virus diferente denominado subtipo C, considerado como un nuevo subtipo. El metapneumovirus tiene  11 serotipos. En el año 2.000, se describió la  existencia de  una cepa de pneumovirus genéticamente diferentes de los subtipos ya conocidos, se le identificó como  subtipo D
Que tiene de especial en relación con los metapneumovirus humanos?: que tiene el 40% de identidad. En la especie humana, los neumovirus se relacionan con enfermedad del tracto respiratorio superior en niños.
Los factores más importantes que intervienen en el entendimiento, diagnóstico y manejo de la enfermedad son:
-          La baja replicación del virus en el huésped
-          Enorme habilidad para provocar infección sin causar enfermedad clínica
-       Siendo todavía una “enfermedad nueva”, una gran cantidad de pruebas de laboratorio, no han sido suficientemente validadas.

Las aves susceptibles a la infección con metapneumovirus son los pavos, las  reproductoras, el pollo de engorde y las ponedoras.
En el caso de metapneumovirus como agentes primarios implicados en la presentación del síndrome de cabeza hinchada, la transmisión es horizontal vía aerosoles; dentro del galpón la transmisión se realiza por contacto,  a partir de la colonización de fosas nasales  y tráquea. La vía aerosoles es quizá la ruta más importante en la diseminación de la enfermedad. No se ha comprobado la trasmisión vertical, no es excretado por las heces, no obstante que el virus se replica  en el oviducto.
Como ocurre la infección:
Cuando el ave inhala   el virus, este se pone en contacto con el epitelio ciliado de cornetes y tráquea. Utiliza la proteína F para adherirse  a la célula epitelial, entonces ocurre  ciliostasis, es decir se pierde la primera barrera de defensa del  aparato respiratorio: viene la susceptibilidad a otros agentes infecciosos.
Luego de invadidas las células  epiteliales, viene la replicación viral, el virus pierde su envoltura y el genoma se separa de sus componentes estructurales. La replicación ocurre hacia el segundo día postinfección; hay persistencia viral  por  6 ó 7 días, que es cuando se exacerbación de síntomas, quizá porque la infección suele venir acompañada de otros agentes.
Después de la replicación viral, el agente etiológico se distribuye por el organismo del ave y el órgano implicado depende  de la bacteria co-participante: aerosaculitis, perihepatitis, pericarditis, peritonitis.
Encontré un reporte que dice que en  pollo de engorde  de 3 a 6 semanas, la morbilidad es del 5% y la mortalidad es de 1 a 2%. Otro reporte dice que la morbilidad en pollo de engorde varía de  3 a 6% y que se aumenta entre la 3 y 4 semanas.
Un reporte en reproductoras pesadas de  24 a 52 semanas, dice que la morbilidad es de 5 a 10% y la mortalidad de 1  a 3%  En gallinas ponedoras comerciales, dice que la mortalidad  varía de 5 a 30%
El efecto de la infección con metapneumovirus  en el tracto reproductivo de aves, es todavía  motivo de estudio, pues en los  diferentes trabajos realizados, no hay consenso sobre el tipo de infección producida y la presencia misma del virus en el oviducto.
Las infecciones con metapneumovirus  inducen una respuesta de tipo linfohistiocitario en la mucosa de árbol respiratorio. En la tráquea, las glándulas mocosas intraepiteliales quedan “atrapadas”  dentro del proceso inflamatorio. Pero no hay lesión  patognomónica y el patólogo no podrá decir con  solo esta  imagen histológica, que se trata de infección con metapneumovirus. Recordemos que una buena proporción de los casos de cabeza hinchada hay compromiso con otros agentes, entre ellos  algunos virus como el de la bronquitis y el de la laringotraqueitis


Corte histológico de tráquea de un pollo de 35 días  de edad, el cual  padecía de síndrome de cabeza hinchada.  Izquierda:  imagen de la mucosa traqueal (Coloración con Hematoxilina-Eosina,  10X); se observa engrosamiento de la mucosa debido al estado inflamatorio no purulento (Principalmente por linfocitos) de la lámina propia. Derecha: ampliación del segmento señalado con un círculo: se aprecia el componente linfocítico de la inflamación, la reducción de altura de las células del epitelio y la pérdida total de cilias.  Al examen histopatológico de la tráquea se puede asumir que este tipo de respuesta es de origen viral, pero no se puede afirmar que sea  debida a  infección con metapneumovirus; este tipo de respuesta no permite identificar al agente viral; esta lesión no es patognomónica.                                          
Por tanto, el diagnóstico histopatológico en infección con metapneumovirus (Al igual que con otros virus que afectan el árbol respiratorio aviar), no es definitivo; el metapneumovirus no deja lesiones patognomónicas, y es más complicado  aún si tenemos en cuenta que  en condiciones  de campo (No controladas o no experimentales), la infección cursa con co-infecciones con otros agentes, generalmente más de uno,  de naturaleza viral y/o bacterial
Si se revisa la información,  algunos autores  mencionan que la infección con metapneumovirus  produce una inflamación linfocitaria de las vías aéreas, con engrosamiento de la mucosa; menciona igualmente que en el componente inflamatorio pueden encontrase heterófilos.  Finalmente, dentro de las lesiones por infección con metapneumovirus, las lesiones histopatológicas describen que las glándulas mucosas intraepiteliales quedan inmersas dentro del proceso inflamatorio y que prácticamente desaparecen.
Esta descripción no es específica de la infección con metapneumovirus. Muchas infecciones pueden llevar a una respuesta inflamatoria de la tráquea y/o la laringe  y/o los bronquios (Que son los órganos  o vías aéreas que se emplean para el diagnóstico de enfermedades aviares cualquiera que sea su etiología).
Mi  concepto, es que una inflamación  no purulenta de la traqueolaringe  como la que se describió antes, puede ser indicativa de infección con metapneumovirus, si se conoce bien la historia  y demás datos del lote; en términos generales es una conclusión a la que llega el patólogo después de revisar  en conjunto el caso y excluir otros factores y recomienda un seguimiento mediante otras técnicas de laboratorio. Por eso es tan importante elaborar bien un protocolo de remisión de muestras, además de un contacto con el Médico Veterinario encargado de la necropsia, así sea vía telefónica.
Igual sucede con otras infecciones virales que afectan el tracto respiratorio, entre las que se encuentra la bronquitis infecciosa (las lesiones inflamatorias por infección con el virus de bronquitis no son patognomónicas).
Cuando  se observan en los órganos del aparato respiratorio lesiones que se dice que no son específicas, después de revisar en conjunto todo lo referente a un brote, se  sugiere recurrir a otras técnicas o pruebas de laboratorio, entre ellas el aislamiento viral o la identificación del agente mediante técnicas de biología molecular (Que las hay muy buenas como el RT-PCR ó RFLP) y otras como las inmunohistoquímicas (Inmunofluorescencia y/o inmunoperoxidasa) y/o la microscopía electrónica; muchas veces una serología puede ayudar aunque los kits  son “inestables”. Atención: recurrir a un laboratorio responsable y con experiencia.
Las pruebas serológicas disponibles para detectar anticuerpos contra el metapneumovirus son: la virus-neutralización, la inmunofluorescencia indirecta y la ELISA. Las dos primeras en Colombia  no son técnicas generalizadas, prácticamente las hacen los laboratorios que desarrollan investigación, no los de diagnóstico de nivel 1.
La ELISA comercial, que es la técnica que ofrecen los laboratorios de diagnóstico tiene varios inconvenientes: aquellos kits que  detectan anticuerpos contra  virus  de los subgrupos A y B lo hacen  en forma limitada con los anticuerpos del subgrupo C. De allí la necesidad de utilizar  en los kits, cepas homólogas, es decir  que en las placas de la prueba de ELISA, venga pegado el antígeno (virus) que está actuando en el campo, y esto no siempre es así. 


En resumen. Las ELISA comerciales tienen limitantes para detectar anticuerpos heterólogos, además los productores de los kits nunca dicen cual es la sensibilidad y la especificidad de las pruebas, alegando que son "secretos" del dossier. A mi nunca me han querido suministrar esta información, así que uno no puede estar seguro acerca de la aproximación a lo que en términos  de sensibilidad y especificidad significa aproximarse al diagnóstico certero, si se utiliza una ELISA.. Esto es válido para todos los kits.
Aislar el virus, de acuerdo con lo que dicen los expertos, es difícil. Ello explicaría porqué tanto tiempo  en las décadas pasadas, se habló en Colombia de metapneumovirus y no se podía aislar el  virus: había serología por doquier. Una de las explicaciones es que el virus permanece en el organismo por períodos  muy cortos postifección (3 – 5 días): esto significa que  las muestras para aislamiento se deberían tomar cuando el problema, en términos clínicos,  está comenzando y no  es todavía detectable la infección en condiciones de campo.
Sucede con frecuencia que las aves para diagnóstico de cabeza hinchada llegan al laboratorio cuando ya hay demasiadas complicaciones; el aislamiento viral según los expertos, en estas condiciones es imposible.
Se describen lesiones inflamatorias del sistema nervioso central por infección con metapneumovirus. Cuando existen, son producidas por complicaciones con otros agentes patógenos, es decir cuando hay co-infecciones.


Osteitis craneal. Pollos de 32 días de edad. Es fácil entender que la diseminación de un proceso inflamatorio que procede del tejido subcutáneo, afecta el periostio y luego al hueso como tal y se expande  hasta la bóveda craneana del ave, produciendo una menigoencefalitis purulenta. Esta lesión no es viral y al menos en el momento en que se le identifica, no puede ser atribuida a un metapneumovirus; queda por definirse si el metapneumovirus facilitó la entrada de la bacteria.                                  
Algunos artículos describen una reacción inflamatoria purulenta (Por heterófilos) de meninges en la fase aguda y una  reacción por células mononucleares en la forma crónica. Esto no es cierto, Las infecciones del sistema nervioso central por infecciones virales no son de tipo no purulento (Con excepción de la encefalitis equina, caso que no nos ocupa en las aves). Con el tiempo, las lesiones purulentas tienden a acumular células mononucleares y toman un “tinte” no purulento, pero esto es válido para las infecciones purulentas en general.


Izquierda: imagen de un corte de cerebelo ( coloreado con Hematoxilina-Eosina, 4X) en el que se observa el área molecualr de una folia cerebelar y la fracción de la meninges que se  proyecta desde el exterior del cerebelo junto  con los pliegues foliares; tanto la meninges como la molecular del cerebelo presentan inflamación purulenta. Derecha: detalle de la fracción del cerebelo que aparece encerrado en un círculo (Hematoxilina-Eosina, 100X), se observan abundantes heterófilos (Piocitos). Los tejidos provienen del pollo de engorde de 32 días el cual presentó síndrome de cabeza hinchada con  osteitis craneal (Imagen inmediatamente anterior).                                            
Encontré un artículo que menciona la pérdida de cilias como propio de la infección con metapneumovirus. Nada más lejos de la verdad. Muchas infecciones del árbol respiratorio en aves comienzan con pérdida de cilias; para no ir muy lejos, la exposición a niveles altos de amoníaco (Condición que no es escasa en nuestras explotaciones avícolas, principalmente en las de pollo de engorde) suele producir desciliación. Sin cilias, el tracto respiratorio es más susceptible.
En resumen, creo que en nuestras explotaciones avícolas, con frecuencia se conjugan diversas situaciones, que facilitan la entrada del metapneumovirus, comenzando por la acumulación no deseable de  amoníaco. Irritaciones del tracto respiratorio y de  la conjuntiva ocular podrían estar facilitando el ingreso del metapneumovirus y/o bacterias al organismo de las aves  aprovechando el debilitamiento de la inmunidad local la infección: la desciliación.
Cual es su concepto?

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