Imagen No. 1. Encefalomalacia. Encéfalo de pollo de engorde de 2 semanas de edad el cual presentaba síntomas nerviosos. Se observan hemorragias en las folias cerebelares.
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Es importante, al tratar el tema de la encefalomalacia, entender primero qué son los radicales libres, compuestos determinantes en la patogénesis del problema. La mejor explicación que encontré sobre radicales libres, la hace el profesor Carlos R. Salas. (http://www.lukor.com/ciencia/radicales_libres.htm) La explicación sobre radicales libres está basada en sus notas.
El profesor Salas explica el tema de la siguiente manera:
Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón(e-) desapareado en capacidad de aparearse, por lo que son muy reactivos. Estos radicales recorren el organismo animal intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica.
Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye células.
Este tomar y dar electrones se denomina reacción de reducción-oxidación, de óxido-reducción o, simplemente, reacción redox, y consiste en que que uno o más pares de electrones se transfieren entre los reactivos, provocando un cambio en sus estados de oxidación. Por eso se hablará en el artículo de oxidación y antioxidantes en términos de dar y recibir electrones y no en términos de ganar oxígeno, el cual es el concepto convencional.
Para que exista una reacción de reducción-oxidación, en el sistema debe haber un elemento que ceda electrones, y otro que los acepte: el agente reductor es aquel elemento químico que suministra electrones de su estructura química al medio, aumentando su estado de oxidación, es decir, siendo oxidado. El agente oxidante es el elemento químico que tiende a captar esos electrones, quedando con un estado de oxidación inferior al que tenía, es decir, siendo reducido.
Las reacciones químicas de los radicales libres se dan constantemente en las células del organismo animal y son necesarias para la homeostasis. Pero, el proceso debe ser controlado con una adecuada protección antioxidante. Un antioxidante es una sustancia capaz de neutralizar la acción oxidante de los radicales libres, liberando electrones en la sangre que son captados por los radicales libres convirtiéndose en moléculas inestables.
La vida biológica media del radical libre es de microsegundos; pero tiene la capacidad de reaccionar con todo lo que esté a su alrededor provocando un gran daño a las moléculas y a las membranas celulares. Los radicales libres no son intrínsecamente malos.
De hecho, el organismo animal los fabrica en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus. Los radicales libres producidos por el organismo animal para llevar a cabo determinadas funciones son neutralizados fácilmente por un sistema que igualmente contiene el organismo animal, el cual produce unas enzimas (como la catalasa o la dismutasa) que son las encargadas de neutralizarlos. Estas enzimas tienen la capacidad de desarmar los radicales libres sin desestabilizar su propio estado.
Existe un grupo de sustancias de origen externo al organismo animal que también protegen de la acción deteriorante de los radicales libre: son los antioxidantes. Se trata de un grupo de vitaminas, minerales, colorantes naturales y otros compuestos vegetales.
La vitamina E o α-tocoferol es una vitamina liposoluble que actúa como antioxidante. Mantiene la integridad de la membrana celular.
La vitamina E en estado natural tiene ocho diferentes formas de isómeros, cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles. Todos los isómeros tienen un anillo aromático, llamado cromano, con un grupo hidroxilo y una cadena polipronoide saturada. Existen formas alfa α, beta β, gamma γ y delta δ para ambos isómeros, y se determina por el número de grupos metílicos en el anillo aromático. Cada una de las formas tiene su propia actividad biológica.
La vitamina E está presente en muchos tejidos corporales y es más abundante en la membrana celular. Su función básica es prevenir el daño de esta por causa de los radicales libres. Tiene una estrecha relación con el selenio, y juntos permiten al organismo controlar la acción de estos compuestos los cuales pueden llegar a alterar la estructura de los tejidos impidiendo su normal funcionamiento.
La encefalomalacia como dependiente de una deficiencia de vitamina E, está documentada en la revista Avian Diseases 29:488-498 (1985), Jornett B.S. y colaboradores publicaron la relación entre la encefalomalacia y la hipoavitaminosis E en pavos.
Grupo de enfermedades de los pollos, causadas por la deficiencia de vitamina E:
- Encefalomalacia (Vitamina E/Acidos grasos poliinsaturados)
- Diátesis exudativa (Tocoferol/Selenio)
- Distrofia muscular /Tocoferol/Aminoácidos azufrados)
- Deficiencia en la preparación del núcleo vitamínico del alimento comercial, por deficiencias en el mezclado, por el estado del alimento o por la desactivación de los granos de la soya.
- Por absorción intestinal deficiente por la acción de patógenos como: calicivirus, enterovirus, coronavirus, parvovirus, rotavirus, reovirus, por la acción de parásitos y/o de bacterias.
- Por problemas específicos relacionados con la etapa fisiológica: desarrollo temprano. Madurez sexual.
- Por un desequilibrio dietético entre los ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina E.
- Asimismo la deficiencia puede ser debida a una gran cantidad de factores de estres como temperaturas altas o bajas, hacinamiento, etc. que genera una fuerte demansa en el consumo de vitamina E, en tal forma que la cantidad normal presente en el alimento llega a ser insuficiente.
Todas las acciones de los tocoferoles parecen estar determinadas por su carácter de agente antioxidante, y que en particular previene las reacciones de peroxidación de lípidos (enranciamiento). En este sentido, la vitamina E tiene doble función como antioxidante: dentro del organismo animal y fuera de él.
El enranciamiento de lípidos insaturados consiste en una serie compleja de reacciones. Al final los radicales oxigenados dan lugar a su vez a una serie de compuestos (aldehídos, ácidos y cetonas) que son los responsables de las características desagradables de los productos enranciados, como el mal olor. Además, inducen en otras estructuras (proteínas de membrana, por ejemplo) alteraciones que comprometen gravemente su función.
Los tocoferoles actúan rompiendo la cadena de reacciones, actuando de forma que ofrecen un hidrógeno fácilmente sustraíble a los radicales oxigenados, impidiendo así que sea sustraído de los lípidos.
Se afirma además que está demostrado que determinados grupos de aves como híbridos comerciales, especialmente de engorde, exigen cantidades superiores al límite normal de Vitamina E.
En algunos artículos sobre encefalomalacia en aves se habla de la deficiencia conjunta de vitamina E y selenio como la causa del desorden patológico. Probablemente hacen referencia al selenio de la glutatión peroxidasa selenio-dependiente. Glutatión peroxidasa es una enzima que tiene variantes o formas y que se encarga de controlar las reacciones de oxidoreducción pero no en términos de dar o ceder electrones como se explicó al comienzo de este artículo, sino de dar y ceder oxígeno con formación de hidroperóxidos que producen una acción degradante en el organismo animal.
La vitamina C (ácido ascórbico) es otro de los antioxidantes naturales que destruyen el exceso de radicales libres.
También son antioxidantes: los flavonoides, carotenoides, licopenes, zantinas, índoles y luteínas, todos con una potente acción antioxidante.
Lesiones: cerebelo: blando, hinchado y con pequeñas hemorragias, circonvoluciones aplanadas, áreas necróticas verdeamarillentas. Meninges edematosas.
Las aves afectadas de encefalomalacia sufren ataxia, paresia, retracciones de la cabeza (Posteriores, inferiores, laterales), movimientos forzados, incoordinación, contracción y/o relajación de patas, postración y finalmente la muerte)
La imagen histológica explica el aspecto macroscópico cuando el caso es severo. En los estadios iniciales, lo que se observa es una masa encefálica edematosa. Microscópicamente se aprecia edema entre a capa molecular y la capa de células de Purkinje en la transición a la granulosa de las folias cerebelares.
En la sustancia blanca de las folias hay “reblandecimiento y pérdida” del tejido nervioso lo que se identifica por una matriz laza y ligeramente dispersa, probablemente por edema, en la que puede haber hemorragias.
- Necrosis isquémica
- Desmielinización
- Degeneración neuronla: céluls de Purkinje, nucleos motores.
- Hiperemia
- Edema
En mi experiencia personal a través de los profesionales de campo a quienes se les ha diagnosticado encefalomalacia en sus lotes de aves, como problema deficitario que es, tiene una respuesta rápida al tratamiento con complejos vitamínicos ricos en vitamina E. Como patólogo, es difícil de entender porqué tales lesiones en sistema nervioso central responden tan rápido (Tanto como un día después de iniciado el tratamiento).
- Las aves comerciales de un día de edad, pueden padecer el problema por deficiencias nutricionales en el núcleo del alimento de sus madres? Hemos encontrado casos de encefalomalacia en pollitos de 1 día de edad.
- Pueden algunas alteraciones en el proceso de incubación reflejarse en encefalomalacia en aves de un día de edad?
- Porqué una deficiencia de vitamina E produce lesiones en áreas específicas del sistema nerviosos central?